Elige bien

Al hablar de reducir calorías no necesariamente nos estamos refiriendo a pasar privaciones. Podemos permitirnos hasta suculentos caprichos si sabemos escogerlos bien y los dosificamos cuidadosa e inteligentemente a lo largo de la semana. Lo único que debemos hacer después es compensarlos.

Pequeñísimos cambios en nuestros menús pueden ayudarnos a perder más peso del que ahora nos creemos. Se trata de economizar 500 calorías diarias porque de esta manera conseguiremos perder hasta 12 kilos en un año. ¿Qué te parece?

Tú decides si SUMAS o RESTAS





QUÉ COMES
     CÓMO LO TOMAS
1 CAFÉ
0 kcal
ü  Con leche entera y azúcar = +130 kcal
ü  Con leche entera y estevia = + 98 kcal 
ü  Con leche desnatada y estevia  = +56 kcal                        

CERALES
112 kcal
ü  Con leche entera = + 131 kcal
ü  Con leche semidesnatada = + 96 kcal
ü  Con leche desnatada = + 75 kcal
ü  Con un poco de cacao en polvo = +70,4 kcal

1 ENSALADA BÁSICA
120 kcal
ü  Con 75g de taquitos de beicon salteado = + 500 kcal
ü  Con 4 nueces = + 162 kcal
ü  Con 75 g de taquitos de jamón york = +160 kcal
ü  Con 40g de queso azul = +141 kcal
ü  Con 15g de semillas de sésamo = +89 kcal
ü  Con 40g de requesón = +40 kcal  

1 CONSOMÉ
40 kcal
ü  Con 1 huevo duro mediano picado = +85 kcal
ü  Con 50g de pollo picado = +65 kcal

1 GUISO DE LEGUMBRES
221 kcal
ü  Con 100g de panceta = +415 kcal
ü  Con 100g de chorizo = +352 kcal

LENGUADO
75 kcal
ü  Rebozado con huevo y harina = +115 kcal
ü  Rebozado con harina (integral o no) = +110 kcal
ü  En papillote/plancha = +0 kcal

1 PLATO DE PASTA
180 kcal
ü  Con salsa roquefort = +486 kcal
ü  Con salsa carbonara = +307 kcal
ü  Con salsa de tomate = +173 kcal
ü  Con salsa boloñesa = +148 kcal



Dúos que te nutren más y engordan menos

Para alimentarnos bien no hay que añadir a nuestros menús el máximo de alimentos porque lo único que conseguimos así son auténticas bombas calóricas. Para alimentarnos de manera inteligente debemos saber aprovechar a fondo los nutrientes de lo que comemos para que nuestro cuerpo los asimile al máximo y no pierda nada en el camino. el secreto para conseguirlo está en saber combinar sabiamente los alimentos.


A continuación tienes algunos ejemplos:
  • Efecto Rejuvenecedor: Omega 3 + Brócoli
Brócoli con salsa de anchoas
Separa el brócoli en ramilletes y cocínalo al vapor. Mientras prepara una vinagreta con unas anchoas picadas, aceite de oliva extra virgen y una pizca de pimienta. Para montar el plato prepara una base de lechuga tierna y dispón encima el brócoli, zanahoria en juliana, tomate troceado y aceitunas negras. Aderézalo con la vinagreta de anchoas
  • Efecto Anti-kilos: Grasas + Berenjenas
Solomillo con berenjenas a las finas hierbas
Corta la berenjena en rodajas finas y hornea hasta que esté tierna, úntalas con queso a las finas hierbas. Dora el solomillo en la plancha. Pon en la bandeja del horno la carne cubierta con pan rallado y perejil junto con la berenjena y gratina 5 minutos.
  • Efecto Digestivo: Proteínas + Piña o Papaya
Lomo Ibérico sobre lecho de piña
Salpimienta el lomo ibérico, pela la piña y córtala en rodajas gruesas desechando la parte leñosa central. Dora por separado la fruta y el lomo en una sartén antiadherente a fuego fuerte. Coloca los ingredientes en una bandeja y hornea 10 minutos a 180ºC. Corta el lomo a filetes y monta el plato poniendo una rodaja de piña, dos trozos de carne y una ramita de tomillo
  • Efecto Hipotensivo: Calcio + Fruta
Yogur con coulis de frutos rojos
Lava los frutos rojos, reserva algunos para decorar y cuece el resto a fuego lento durante 5 minutos. Tritúralos y pásalos por el chino, déjalos enfriar a temperaaaaatura ambiente. Reparte un yogur desnatado en cada bol, agrega una cucharadita de miel y remueve bien. Cubre el yogur con una capa fina de coulis y decora con los frutos rojos enteros que habías reservado. Espolvorea con un poco de canela en polvo y sirve adornado con una hojita de menta.
  • Efecto Antianemia: Hierro + Perejil
Mejillones con perejil y rúcula
Cuece los mejillones con limón y un chorrito de vino blanco. Sofríe una cebolla picada y, cuando empiece a dorarse, añade almendra y perejil picado. Dispón esta mezcla sobre los mejillones y acompaña con unas hojitas de rúcula
  • Efecto Medicinal: Licopeno + Aceite
Tomates rellenos
Corta la parte superior de unos tomates cherry y vacía un poco el interior con una cucharilla. Tritura un pimiento rojo asado con aceite de oliva virgen extra, unas hojitas de albahaca fresca y un puñadito de piñones. Rellena los tomatitos con la mezcla, pon encima una loncha muy fina de mozzarella y hornea a 200ºC durante 5 minutos
  • Efecto Hipernutritivo: Legumbre + Arroz
Timbal de arroz y guisantes
Hierve arroz integral en agua con una pizca de sal durante 30 minutos, escurre y deja enfriar. Cuece aparte los guisantes durante 5 minutos. Pon a macerar en un bol un puñadito de pasas con salsa de soja y dos dedos de agua durante media hora. Mezcla el arroz y los guisantes con virutas de salmón ahumado, cebolla y nueces picadas. Agrega el aliño de pasas y soja y saltea todo 5 minutos en una sartén. Sirve el arroz con una loncha de salmón y cebollino.
  • Efecto Mente Joven: Cereal + Frutos Secos
Galletas granola con avena, miel y nueces
La noche anterior pon en remojo 4 cucharadas de copos de avena. Calienta 1/2 litro de agua y, cuando llegue a ebullición, añade la avena y hierve durante 15 minutos a fuego lento. Escurre el agua del cereal, mézclalo con nueces picadas y un poco de miel y hornea hasta que se doren.
  • Efecto Huesos Fuertes: Pescado Azul + Almendras
Trucha con picada de almendras
Sazona las truchas con sal y coloca cada una sobre una lámina de papel de horno. Parte un limón a rodajas, haz 3 cortes en diagonal sobre el pescado e introduce en cada uno 1/2 rodaja de limón y rellena la parte interior con las rodajas restantes. Rocía una cucharada de aceite de oliva por encima y espolvorea almendra picada y pimienta. Cierra el papel del horno formando un paquete y hornea 15 minutos

Alimentos anti-retención

En ocasiones, tu abdomen está tan abultado que tienes que usar una talla más... y no porque hayas comido en exceso ni porque exista un acúmulo de grasa sino porque retienes líquido, gases y toxinas.

Principales enemigos de un vientre plano:

Como conseguir un vientre plano

Todo lo que te alivia y reconforta:

vientre plano

vientre plano

No picar y superar el hambre irreal


Si a cualquiera de nosotros nos preguntaran si picamos mucho entre horas responderíamos, seguramente, que no. Es normal porque el sentimiento de culpa va ligado a ese picoteo. ¡Y más cuando se es mujer! Sin embargo, son muchos los que suman centenares de calorías de más casi a diario sin darse cuenta. Y si no, toma nota de este dato: una sola loncha de queso manchego (esa que cogemos de la nevera en un momento de debilidad y que piensas que ni siquiera puede considerarse "picoteo") te suma 225 calorías. Muchísimas, teniendo en cuenta que tu dieta debería rondar las 1.500-1.800 calorías diarias si te sobra peso. ¿Y qué puedes hacer? ¿Estar constantemente alerta para no caer en tentación alguna?. ¡Ni se te ocurra! Cuanto más te martirices y más pienses en reprimirte, más momentos de debilidad tendrás. ¡Cosas de la mente! Por eso, vamos a tratar que sea muchísimo más fácil.



La compra anti-picoteo que te evita sorpresas con la báscula

Hacer la compra se ha convertido en todo un arte. Hoy en día hay tantas posibilidades donde elegir y estamos tan influenciados por el bombardeo de publicidad, que es fácil dudar sobre qué es lo que más conviene y qué se debe dejar en la estanteria.

Cuantos más productos calóricos tengas en tu despensa, más posibilidades hay de que los tomes.

Lo sabroso "nos pierde". Es lo que más determina nuestras compras. Así que es lógico que nos decantemos por snacks (patatas fritas, ganchitos, ...) que suelen tener un sabor intensísimo (no siempre natural)... pero también un valor calórico capaz de engordar a cualquiera. Al menos debes ser consciente leyendo las etiquetas

Existen alternativas sanas. Por mucho que te hayas acostumbrado a picar entre horas, siempre puedes optar por productos que "alegren" tu estómago en ese momento y no disparen las calorías que tomas. En esta lista seguro que puedes encontrar más alternativas a ese picoteo tan calórico que acaba dejándote "mal sabor de boca" y peor conciencia.


Si te apetece
Mejor tener en casa
Recuerda
Patatas “de bolsa”
Su versión light (40% menos de grasa) o crujientes chips vegetales. Horneados, no fritos – comprueba la etiqueta
Si haces tú los chips, corta rodajas finísimas de frutas o verduras, cúbrelas con poco aceite y mételas en el microondas a 800W unos minutos
Galletitas saladas
Unos palitos con semillas o unos biscotes, preferiblemente integrales. Te aportan hidratos de carbono y fibra
Escógelos con poca sal (menos de 100g/porción) y aditivos. Si estos elementos encabezan tu lista de ingredientes en la etiqueta, evítalos.
Bollería industrial
Un bizcocho básico (sin nata, crema…) elaborado artesanalmente. Puedes encargarlo “a tu medida” en una panadería industrial
Las grasas “trans” de magdalenas o donuts disparan el colesterol “malo”. Un bizcocho de harina integral aporta mucha más fibra.
Cacahuetes salados
Nueces, almendras o pistachos naturales… Está comprobado que son buenísimos para la salud de tu corazón por sus ácidos grasos insaturados.
4 nueces o 10 almendras o pistachos (sin piel) calman tu apetito sin engordar. ¿El truco? Mastícalos bien y bebe agua después
Chorizo/
Salchichón
Jamón Ibérico, con grasas insaturadas y, por tanto, más sanas. Al comerlo con las manos, el cerebro queda más saciado
La versión ibérica de los embutidos daña menos las arterias. Permitete comprar solo este tipo, aunque salga más caro “ahorras en trastornos.
Queso Manchego
Queso curado de cabra. La leche de este animal es bastante menos grasa que la de oveja o la de vaca y da quesos de intenso sabor
El contenido de cualquier queso no debe superar el 25% de materia grasa si quieres que no te engorde demasiado
Chocolate
Una tableta de chocolate negro con un mínimo de 70% de cacao. Compara etiquetas y escoge los de menos azúcar y grasa
Es cardiosaludable si te limitas a una onza diaria sin leche ni frutos secos. Tenlo envuelto en la nevera ya troceado en onzas.
Gominolas
Frutas naturales desecadas, como los orejones (de melocotón). Las de fresa parecen tal cual fresitas de gominola
Tienen una textura parecida y un sabor dulce pero sin ninguna grasa. Además, aportan a tu cuerpo los nutrientes de las frutas



7 secretos para no pasar hambre



  1. Aburrida, nerviosa - En la nevera no está la solución. Sal a dar un paseo, llama a una amiga, ocupa tus manos resolviendo un crucigrama, cosiendo o pintándote las uñas... Así evitarás la llamada "hambre nerviosa" que no es hambre real.
  2. Compra inteligente - Compra unidades individuales de aquellos alimentos con los que te sea difícil parar. A menudo comemos más cantidad cuando no estamos preocupados de que se nos acabe el producto o cuando el precio no es importante.
  3. Céntrate en comer - Si comes mientras haces otras cosas, al final no nos damos cuenta ni de la cantidad ni de la calidad de lo que ingerimos. Por ello, intenta dedicar un tiempo al puro acto de comer y evita hacerlo mientras ves la tele, lees o piensas en las musarañas.
  4. No mires el reloj - Lo aconsejable es distribuir las comidas a lo largo del día de una forma lógica según tu vida e intentar cumplir "tu horario". Pero si un día, por alguna circunstancia, has comido entre horas y no tienes apetito, escucha a tu estómago y no comas de nuevo.
  5. No te saltes las comidas - Las personas que lo hacen suelen presentar un hambre descontrolada que ninguna señal biológica es capaz de saciar. No dejes que tus células sufran privaciones, de lo contrario, presentarás un apetito atroz difícil de satisfacer.
  6. Cambia tu actitud en la mesa - Come despacio, tu cerebro necesita al menos 20 minutos para recibir la señal de saciedad de tu cuerpo así que para no comer más de la cuenta, come despacio y dale tiempo. Siéntate, comer de pie es un desperdicio y encima, engorda. Coge lo que te apetezca de la nevera, ponlo en un plato (asi verás las cantidades) y siéntate. Saborea, no mastiques, degusta. Descubre los sabores y matices de todo aquello que tomes. Es una pena que algo tan delicioso y placentero se convierta en rutina y ansia.
  7. Sin sentirte culpable - Comer no es ningún pecado ni algo por lo que debas sentirte mal. Si las cosas no han ido bien, recuerda que todos los momentos son buenos para empezar a hacer las cosas como uno quiere. Mientras no elimines ese sentimiento de culpabilidad te será difícil tener una relación estable con la comida.
Si comes una pieza de fruta cuando te asalte el ansia por una tentación, tomarás menos porción de ésta.


Alimentos que calman la ansiedad:

Plátano: su cremosidad y dulzor liberan relajante dopamina y el triptófano que contiene aporta bienestar y relax. Es un mito que engorde mucho: un plátano mediano solo aporta 120 kcal.

Legumbres: Al contener proteínas, minerales y carbohidratos de absorción lenta, ayudan a mantener los niveles de glucosa estables, lo que evita los "bajones" que nos empujan a comer más y peor.

Calabacín: contiene mucha agua, por eso te llena aunque aporte pocas calorías (19 kcal por 100g). Por si fuera poco, es fácil de digerir y diurético, siempre que no se consuma frito.

Ideas con... NARANJAS

Su vitamina C incrementa las defensas del organismo. Te propongo distintas formas de tomarlas para aprovechar ese beneficio

En ensalada: mezcla unos pistachos picados con ciruelas secas troceadas, aceite de oliva virgen, vinagre balsámico y sal. Prepara una ensalada de escarola con unos gajos de naranja y alíñala con la vinagreta de frutos secos.



Pollo a la naranja: Quítale la piel a unos contramuslos y sofríelos en un poco de aceite hasta que estén dorado y reserva. Dora una cebolla y añade el pollo y zumo de naranja. Salpimienta y deja cocer hasta que espese.



Un postre original y sencillo: Corta unas naranjas en rodajas finas. Mezcla el zumo que hayan soltado al cortarlas con un poco de azúcar y canela. Dispón las naranjas en una fuente y añade por encima el zumo y unas virutas de chocolate amargo. Decora con hojas de menta

Compensa los excesos

¿Es recomendable no cenar cuando se ha hecho una comida copiosa? No, sería un gran error. Para mantener el peso y la salud hay que hacer de 3 a 5 comidas equilibradas diarias, sin saltarse ninguna. Si un día se come más de la cuenta, no pasa nada (si padeces hipertensión, diabetes, colesterol... siempre hay que controlar que ingieres), pero la merienda y la cena deben compensar ese exceso calórico.

¿Cómo afecta a nuestro organismo irnos a dormir sin cenar nada? Saltarse cualquier comida (sobre todo el desayuno) favorece el aumento de peso. Cuando eliminamos una de las ingestas diaria, es probable que el organismo origine una bajada de azúcar (hipoglucemia), lo que aumenta el apetito. Por tanto, en la siguiente ingesta se come más de lo normal.

¿Qué podemos merendar después de una comida demasiado "especial"? Un zumo de frutas o de hortalizas casero; un tazón de caldo desgrasado también casero o una infusión depurativa (diente de león, boldo...) con una fruta o una tostada integral. Son opciones ligeras que contrarrestan el exceso calórico de la comida.

¿Cómo debe ser la cena para compensar todavía un poco más? De primero, unas verduras crudas o cocinadas de forma sencilla (en sopa o en crema) con arroz integral o una patata hervida o asada. De segundo, pescado blanco en papillote o a la plancha. Y de postre, una fruta, un yogur desnatado o una infusión relajante (tila, melisa).

¿Conviene desayunar menos si sabemos que luego comeremos demasiado? No, solo de forma más ligera. Toma cereales, un lácteo y un zumo de cítricos (naranja, pomelo...) casero.

Si es la cena la que será copiosa, ¿hay que comer menos ese día o al siguiente? Se debe compensar el exceso calórico con la comida y la merienda de la misma jornada, ya que lo que cuenta es la suma de las calorías diarias. Deja pasar varias horas antes de acostarte y, si puedes, da un paseo.


Tres alimentos "comodines": Cuando, por cualquier motivo, vayas a comer demasiado, ten en mente tres armas que suavizan los efectos de la comilona.

Las verduras: para compensar cuaquier comida excesiva el mejor recurso son las verduras ya que, además de aportar nutrientes esenciales (vitaminas, minerales, fibras...), casi todas son depurativas y, aunque sacian, apenas aportan calorías si se cocinan de forma sencilla.

Las especias: muchas mejoran la digestión y son depurativas. Así que échalas en los platos copiosos y en los que tomes después. Apuesta sobre todo por el hinojo, el anís verde, la ajedrea, el cilantro, el perejil, el romero, el orégano, el eneldo...

El agua: si se toma antes y durante las comidas, aumenta la sensación de saciedad y ayuda a no comer tanto.

Cinco opciones que equilibran cuando te has excedido

Ensalada completa - con lechuga, tomate, pepino, bonito, maíz, aceite de oliva y limón.  242 kcal

Sopa de verduras troceadas con unos fideos y un huevo cocido picado. 280 kcal

Lenguado - en papillote con juliana de verduras y patata hervida o al horno. 225 kcal

Sándwich integral - con lechuga, tomate y revuelto de espárragos verdes y champiñones. 285 kcal

Tostada integral - con pimiento, cebolla y berenjena al horno, alcaparras y anchoas 215 kcal

Mermeladas y jaleas "hechas en casa"

En casi todas las despensas hay un tarro de mermelada o de jalea, pero tomar una elaborada por una misma es siempre un gusto mayor. Resultan deliciosas, un tierno recuerdo de nuestra infancia que puedes rescatar y llevar de nuevo a tu cocina. ¡Son perfectas para el desayuno!

Las mermeladas y las jaleas son las conservas que con más frecuencia se preparan en casa debido a que son muy sencillas de preparar, nos permite utilizar fruta muy madura y se conservan durante mucho tiempo gracias al azúcar que actúa como conservante.

Dependiendo de la cantidad de azúcar que se añade a la receta y su proporción con respecto a la fruta, obtendrás una preparación u otra. Así, una mermelada tiene una proporción igualitaria, es decir, la misma cantidad de fruta que de azúcar. La jalea, en cambio, tiene un 38% de azúcar como máximo y un 62% de fruta, generalmente jugo.

Si quieres cuidar tu línea, en vez de azúcar puedes añadir edulcorante artificial. Ten en cuenta que debe ser un edulcorante que soporte la cocción como la Stevia o si no lo encuentras puedes añadir cualquier otro pero debes hacerlo siempre después de cocer la fruta. Recuerda que como no lleva azúcar, no cuentan con su poder conservante y, por lo tanto, hay que consumirlas antes porque duran menos.


Atrévete con...
  • Jalea de manzana: 12 manzanas y 250g de azúcar. Lava la fruta y córtala a cuartos. cuece en agua hasta que quede tierna y cuela a través de una tela fina. Por cada litro de líquido filtrado debes añadir 250g de azúcar. Pon al fuego la mezcla y hierve hasta que se consuma. Envasa en un tarro de cristal, deja enfriar y tapa.

  • Jalea de membrillo: Hierve los membrillos previamente lavados y cortados en cuartos, cubriéndolos con agua hasta que estén bien tiernos. Escurre sin presionar y cuela el agua de cocción. Por cada litro de agua, agrega 500g de azúcar y cocina a fuego lento.

  • Mermelada de ciruelas: pela 1 kilo de ciruelas y extrae sus huesos. Coloca en un recipiente, alternando la fruta y el azúcar. Deja que macere hasta el día siguiente. Coloca en una cacerola y cocina revolviendo con una cuchara de madera hasta que tome consistencia. Deja enfriar y envasa.

Y por qué no ...
  • Mermelada de pera light: Anímate a hacerla, está buenísima y no engorda nada. Pela 600g de peras conferencia (me gusta porque es más dulce) y quítale el rabito y las semillas. Cuécelas con 1 cucharada de zumo de limón y 60 g. de Stevia hasta que veas que la fruta se deshace.

  • Mermelada de manzana a la canela: pela y corta en cuartos 600g de manzanas. Ponlas a cocer con 400g de azúcar, el zumo de medio limón y una cucharadita de canela (le da un toque especial que me encanta). Echamos en tarros de cristal y lista

  • Mermelada de piña: Necesitas 600 g de piña natural, 500g de azúcar y una cucharada de zumo de limón. El procedimiento de preparación es el de siempre.

  • Mermelada de tomate: pruébala porque estoy segura de que te va a gustar mucho y no te cansarás de hacerla. Pela y quítale las semillas a 1 Kg de tomates (mejor de pera), pónlos a cocer con 750 g de azúcar, el zumo de 1/2 limón y 6 clavos de olor. Remueve hasta que veas que espese y retira del fuego. Introduce en tarros de cristal, retira los clavos y deja enfriar

  • Mermelada de cerezas (exprés): Quítale el rabito y el hueso a 1,3 Kgs. de cerezas, ponlas en un cazo y añade 1 Kg de azúcar. Lléva a ebullición a fuego medio y dejalo durante 5 minutos, ve quitando la espuma que se forma. Añade una cucharada de kirsch si quieres darle un toque diferente.

  • Confitura de moras: En una cacerola pon, a fuego vivo, 1kg de moras y 800 g de azúcar. Mezcla bien y mantén el fuego durante 10 minutos para que los frutos suelten su jugo. Baja el fuego y continua la cocción 45 minutos moviendo regularmente.

  • Confitura de fresas: Mezcla 1 kg de fresas con 1 kg de azúcar y el zumo de 1 limón. Mantenlo durante 50 minutos a fuego suave, removiendo de vez en cuando. Dejar una semana antes de consumir, estará más buena. **Para saber si está hecha: introduce un plato en el congelador, cuando ya esté muy frío pon una cucharada de la confitura en el plato y dale la vuelta, si se mantiene es que ya puedes retirarla del fuego.

  • Confitura de frutas de verano: Pela (puedes hacerlo introduciendo los melocotones en agua hirviendo durante 5 segundos) y quítale el hueso a 600g de melocotones, cortalos a trozos y añadele 600g de frutos rojos y 1 kg de azúcar. Llévalo a ebullición durante 5 minutos

Si una vez cocida la fruta la pones en tarros, les das la vuelta y las dejas 24h boca abajo, se hará el vacío y se conservarán durante más tiempo nuestras mermeladas

Ideas con... canapés

Comer de plato nos permite llevar una alimentación más equilibrada pero ¿quién puede resistirse a comer de "picoteo"?. De vez en cuando nos podemos permitir -en lugar de un primer plato- echar mano de unos vistosos y ricos canapés como estos:


  • Montadito de atún y huevo: necesitaremos una rebanada de pan, una cucharadita de mahonesa ligera, 15g de atún en conserva (como no vamos a utilizar el aceite puede ser al natural) y 1/2 huevo duro. Escurres el atún y preparas el montadito en el orden que quieras

  • Rollitos de jamón y queso: extiende una loncha de jamón cocido o serrano y úntale una cucharada de queso ligero, enrolla la loncha y obtendrás un bonito contraste de color.

  • Tostaditas de salmón y aguacate: pica el salmón ahumado, pela el aguacate, córtalo en daditos y rocíalo con zumo de limón para evitar que se oscurezca. corta una rodaja de pomelo en triángulos pequeños y 12 aceitunas sin hueso en rodajas. Extiende el tartar de salmón sobre tostadas redondas y decora con el aguacate y las aceitunas negras alrededor. Finalmente pon los triángulos de pomelo y lleva a la mesa enseguida.

  • Con pan de molde: corta las rebanadas que quieras con un cortapasta en forma de estrella (o la forma que más te guste). Haz lo mismo con pimientos del piquillo. Prepara un puré de patatas, corta un ajo en rodajas y fríelo en aceite. En la batidora, pon el puré, bacalao desalado y el ajo. Unta el pan y decora con el pimiento. Quedará muy sabroso y vistoso

  • Tostas sabrosas de cebolla: corta 2 cebollas medianas en juliana fina. Calienta en un cazo un poco de mantequilla, añade la cebolla y una pizca de sal. Pocha a fuego lento unos 30 minutos. Aparte, aplasta el pan de molde con un rodillo hasta que esté bien fino. Con un pincel de cocina, úntalas con aceite de oliva, colócalas sobre papel vegetal también untado con aceite y tuéstalos a 150ºC unos 10 minutos. Sácalos y coloca sobre cada uno un poco de cebolla y decora con un algún germinado

Cocinar con chocolate

¿Te atreves a desafiar a los sentidos? No me refiero a elaborar postres, también puedes sacar provecho del chocolate en platos de carne y pescado.

El chocolate combina especialmente bien con las carnes rojas y de caza. La combinación de ambos elementos nos dará como resultado un plato con un sabor que recordaremos.

  • Estofado de ternera con chocolate: se siguen los pasos para cocinar un estofado normal. Se enharina y se fríen los trozos de carne, en otro recipiente pocha calabaza y puerro troceados. Pasados unos minutos se unen todos los ingredientes y se cubren con caldo. Se deja al fuego hasta que la carne esté tierna y, en ese momento, se añade una tableta de chocolate troceada (o la mitad si se desea más suave). Aparta cuando esté fundido y bien mezclado.

  • Con conejo y gambas: Pon aceite en una cazuela y dora el conejo previamente salpimentado y enharinado. Retíralo del fuego y reserva. Fríe 4 gambas grandes (u 8 pequeñas) y reserva también. Pela una cebolla y rehoga unos 5 minutos. Rocía con un vaso de vino dulce de Jerez, agrega una rama de canela y una hoja de laurel y deja reducir a fuego lento unos 4 minutos. Añade a este recipiente el conejo, un vaso de caldo (si no tienes casero puede ser industrial) y deja cocer a fuego suave 30 minutos tapado. Poco antes de apartarlo, añade las gambas. Finalmente, pica un puñado de avellanas tostadas (sin piel) y 4 dientes de ajo. Agrega 25g de chocolate desmenuzado y un poco de perejil, añade esta picada a la cazuela y deja cocer 5 minutos más removiendo con cuidado. Aparta, lleva a la mesa y sirve.

  • Palomitas "negras": la elaboración es muy fácil. Haz las palomitas, deshaz el chocolate al baño maría y añade azúcar si lo deseas. Vierte el chocolate sobre las palomitas y remueve. Añade sal si deseas contraste de sabores. Vierte sobre el mármol limpio y espera que se cuaje.

Ideas con... sobras

A todos nos duele tirar comida sobre todo en estos tiempos que corren. siempre se pueden aprovechar restos de platos ya hechos, pero no dejes pasar más de un par de días antes de reutilizarlos.

  • Albóndigas: ¡de lentejas! si el día anterior hiciste lentejas y te ha sobrado bastante cantidad, puedes elaborar con ellas unas riquísimas albóndigas. Para ello, cháfalas con un tenedor, mézclalas con ajo picado, perejil, orégano, pimienta y pan rallado. como en su momento ya le habíamos añadido sal al guiso, no es preciso volver a echarle ahora. Espolvorea un poco de harina en las manos y haz bolitas, pasa por huevo y pan rallado y fríe o hazlas al horno.
  • Croquetas de pescado: si lo que te ha sobrado es pescado, desmenúzalo y mézclalo con miga de pan, huevo, perejil y ajo picados. Da a esa masa forma de croqueta (o de albóndigas si te gustan más) y pásalas por harina. Fríelas en una sarten y cuando estén hechas y crujientes, déjalas escurrir sobre una rejilla.
  • Sobras de verduras: coloca las que te han sobrado en un bol, añádeles leche y ponlas en un recipiente al baño maría. El resultado será un rico flan de verduras. Si deseas que tenga una textura más dura, añade un poco de pan duro en forma de dados.
  • Crema de garbanzos: un cocido bien hechoentona el cuerpo, pero cuando hay que tomarlo más de una vez ya no apetece tanto. para reconvertirlos, pasa los garbanzos por el pasapuré, añade a la masa un diente de ajo y el zumo de medio limón. Bate hasta lograr una crema homogénea. Puedes añadir, si lo deseas, un poco de caldo del mismo cocido o un poco de agua si quieres rebajar el sabor. Está riquísima servida fría, acompañada de virutas de jamón serrano y espolvoreadas con semillas de sésamo.
  • Pollo en la ensalada: si tienes lechuga, escarola o canónigos en casa y te ha sobrado pollo de algún guiso (incluso empanado o a la plancha) mezcla ambos alimentos. Si le agregas alguna fruta (naranja, aguacate o granada), lograrás un magnífico, colorido y suculento plato que en nada se parece a las ensaladas habituales 

Problemas habituales con los guisos

Por mucho cariño que le pongamos, a veces los guisos no quedan como habíamos previsto. Vamos a ver algunos trucos para solucionar este tipo de "desaguisados"

Demasiada sal, mucha grasa, muy cocido... Son muchos los problemas que nos podemos encontrar en la cocina y que pueden arruinar muchas horas de dedicación y cariño. Pero, al igual que para cada remiendo hay un descosido, en la cocina todo tiene su remedio. Aquí puedes encontrar una recopilación de los mejores trucos para salvar cualquier plato.


  • Si tu guiso o tu caldo quedan salados, añade una patata cruda pelada y cortada. déjala cocer unos 15 minutos aproximadamente a fuego lento. Una vez transcurrido ese tiempo, retira la patata, que habrá absorbido el exceso de sal.
  • Si se ha pegado un poco vuelca rápidamente la preparación en otro recipiente y no rasques el fondo. Agrega caldo o agua y algún ingrediente que le de sabor como zumo de limón, vino, tomate frito... lo que mejor "case" con ese plato.
  • Un guiso demasiado líquido, para espesarlo añade una cucharada de puré de patata en polvo. Esto le dará más consistencia y potenciará su sabor. Puedes poner en práctica el mismo truco si lo que necesita ese punto de espesor es un puré de verduras.
  • El caldo está demasiado claro, añade una cebolla picada frita y bien doradita, que puedes retirar justo antes de servir el plato. Así le aportarás más sabor y color.
  • Tiene un exceso de grasa, déjalo enfriar en el frigorífico hasta que la grasa se vuelva sólida. Sácalo de la nevera y, con una espátula ve cogiendo y eliminando la grasa solidificada, con cuidado.

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Formas de cortar las verduras

Aunque a veces creamos lo contrario, la forma de cortar un alimento no responde simplemente a un requerimiento estético sino que que puede influir en el sabor y la textura de los platos que vamos a cocinar.

Cortar las verduras en rodajas horizontales no tiene mayor secreto y, además, es la forma habitual de hacerlo pero hay otras maneras.



¿Cómo las quieres?
  • Corte en velo: ideal para hacer chips, ya que es uno de los cortes en el que la verdura queda más fina. Necesitaremos un cuchillo muy afilado con el que cortar la verdura en láminas tan finas como un velo.
  • En bastoncitos: las verduras de hoja ancha (lechuga...) suelen cortarse en bastoncillos anchos. En cambio, los bastoncillos finos son idóneos para las hortalizas cilíndricas (zanahorias, pepinos...)
  • En dados: primero se corta en bastoncillo y luego en dados. Los grandes (unos 8 mm) son ideales para saltear en la sarten o hacer guisos; los dados medianos (6 mm) son perfectos para las bases de las salsas y los pequeños (3mm) van muy bien para sofritos o guarniciones
  • Brunoise: son necesarios 2 pasos, primero se cortan rebanadas y luego se hacen cortes cuadrados y parejos (horizontales primero y verticales después)
  • Juliana: son finas tiras de unos 5 cm de largo. Se utiliza en cebollas, puerros, apios, judías verdes ... Y se suele emplear en sopas y ensaladas principalmente
  • Gajos: se usa en huevos duros y tomates. Consiste en cortar en cuatro trozos a lo largo cada pieza. Dependiendo del tamaño de ésta, obtendremos más o menos gajos.
  • Concassé: es exclusivo para el tomate pelado y sin semillas. Se utiliza en guisos y ensaladas.
Independientemente del corte elegido o necesario, lo más importante es intentar que los trozos tengan un tamaño similar. De esa manera, cuando se cocinen absorberán por igual por igual los condimentos y aromas y se harán de manera uniforme.

Zumos, licuados y... batidos

Ideas... DEPURATIVAS
Ideas con... CALABACIN
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Masas Caseras

Harina, agua, sal ... y poco más. Es la fórmula para elaborar diferentes tipos de masas muy naturales.

Hoy son pocos los que se atreven a hacer masas en su cocina, pero la diferencia con algunas industriales puede ser abismal. Te animo a que las hagas y que disfrutes de un producto verdaderamente natural


Como hacer ...
  • Pizza: mezcla 100g de harina con 25 de mantequilla, 2 cucharadas de aceite y una pizca de sal. Vierte la harina sobre la superficie, haz un hueco en el centro y añade el resto de ingredientes. Amasa rápidamente y ve añadiendo el agua necesaria hasta obtener una masa que sea consistente y elástica. Espolvorea con harina y déjala reposar unos 30 minutos envuelta en film en la nevera. Pasado ese tiempo, extiende la masas (si no sale redonda al principio, puedes hacerla rectangular) y ya puedes añadirle los ingredientes que desees.
  • Empanada: mezcla harina en un recipiente grande con levadura disuelta en un vaso de agua, medio vaso de aceite, huevo y sal. Después de amasarlo, déjalo reposar durante al menos 1 hora tapando el recipiente con un paño.
  • Pasteles salados: si tienes sobras de verduras o de pescado, o te apetece un pastel diferente, bate 1 huevo con 6 cucharadas de aceite y otras tantas de leche y de agua con gas. Pon 1 kilo de harina en un bol, ahueca en el centro y echa la preparación anterior. Enharínate las manos y mezcla hasta lograr una masa suave. Haz unos 5 bollitos y deja que descansen 5 minutos. Estira con el rodillo el que vayas a utilizar y añade el relleno que más te apetezca, ligado con nata. Puedes congelar los bollitos sobrantes y así siempre tendrás masa en reserva para hacer tartas cuando te sobre relleno.

*** Para saber cuando la masa está bien hecha solo tienes que coger un pellizco pequeño de la masa, forma una bolita y estírala con los dedos a lo ancho, como si quisieras hacer un círculo. Si se puede estirar hasta volverla casi transparente es señal de que está perfecta.
Si se rompe fácilmente habrá que seguir amasando hasta lograr ese punto de elasticidad.
Las masas que son muy trabajadas deben dejarse descansar antes de estirarse para que no se contraigan.

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Como aligerar la tortilla de patatas

Seguramente si hicieramos una encuesta, la tortilla de patata resultaría ser el plato que más nos gusta. Entonces, ¿por qué tenemos que renunciar a él?. Seguramente por las numerosas calorías que aporta, es eliminada de la mayoría de las dietas. Afortunadamente existen otras formas de seguir disfrutando de este delicioso manjar sin que tengamos que hacer un agujerito más en nuestro cinturón.


Los mejores trucos
  • El microondas: nos ayuda a cocinar la tortilla de patata casi sin aceite. Te preguntarás ¿cómo?, es muy sencillo. Corta y pela la patata y la cebolla (si la pones) en finas lascas, ponlo en un recipiente apto para microondas, con un chorrito de aceite de oliva y sal. Tápalo con film de plástico al que le harás unos pequeños agujeros por donde escapará el vapor. Introducelo en el microondas durante 1 minuto, saca, remueve y añade un poco de agua, vuelve a introducirlo en el microondas. Cuece 15 minutos y después cocina la tortilla como siempre, en la sartén. Te ahorras las calorías de freir las patatas.
  • Por cada 2 claras, 1 yema. Tu corazón y tu cintura te lo agradecerán. Si no quieres tirar las yemas que te queden, puedes preparar con ellas una mascarilla capilar. Un truco para que quede más esponjosa: cuando batas los huevos, separa la clara de la yema. Monta las claras a punto de nieve y añade las yemas en el último momento.
  • También puedes aligerar la tortilla si incorporas al plato otras verduras. De esta forma, y puesto que la densidad de la tortilla habrá crecido con esos nuevos elementos, pondrás menos patatas y disfrutarás de un interesante sabor que nada tiene que envidiar al tradicional

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