Compensa los excesos
¿Es recomendable no cenar cuando se ha hecho una comida copiosa? No, sería un gran error. Para mantener el peso y la salud hay que hacer de 3 a 5 comidas equilibradas diarias, sin saltarse ninguna. Si un día se come más de la cuenta, no pasa nada (si padeces hipertensión, diabetes, colesterol... siempre hay que controlar que ingieres), pero la merienda y la cena deben compensar ese exceso calórico.
¿Cómo afecta a nuestro organismo irnos a dormir sin cenar nada? Saltarse cualquier comida (sobre todo el desayuno) favorece el aumento de peso. Cuando eliminamos una de las ingestas diaria, es probable que el organismo origine una bajada de azúcar (hipoglucemia), lo que aumenta el apetito. Por tanto, en la siguiente ingesta se come más de lo normal.
¿Qué podemos merendar después de una comida demasiado "especial"? Un zumo de frutas o de hortalizas casero; un tazón de caldo desgrasado también casero o una infusión depurativa (diente de león, boldo...) con una fruta o una tostada integral. Son opciones ligeras que contrarrestan el exceso calórico de la comida.
¿Cómo debe ser la cena para compensar todavía un poco más? De primero, unas verduras crudas o cocinadas de forma sencilla (en sopa o en crema) con arroz integral o una patata hervida o asada. De segundo, pescado blanco en papillote o a la plancha. Y de postre, una fruta, un yogur desnatado o una infusión relajante (tila, melisa).
¿Conviene desayunar menos si sabemos que luego comeremos demasiado? No, solo de forma más ligera. Toma cereales, un lácteo y un zumo de cítricos (naranja, pomelo...) casero.
Si es la cena la que será copiosa, ¿hay que comer menos ese día o al siguiente? Se debe compensar el exceso calórico con la comida y la merienda de la misma jornada, ya que lo que cuenta es la suma de las calorías diarias. Deja pasar varias horas antes de acostarte y, si puedes, da un paseo.
Las verduras: para compensar cuaquier comida excesiva el mejor recurso son las verduras ya que, además de aportar nutrientes esenciales (vitaminas, minerales, fibras...), casi todas son depurativas y, aunque sacian, apenas aportan calorías si se cocinan de forma sencilla.
Las especias: muchas mejoran la digestión y son depurativas. Así que échalas en los platos copiosos y en los que tomes después. Apuesta sobre todo por el hinojo, el anís verde, la ajedrea, el cilantro, el perejil, el romero, el orégano, el eneldo...
El agua: si se toma antes y durante las comidas, aumenta la sensación de saciedad y ayuda a no comer tanto.
Cinco opciones que equilibran cuando te has excedido
Ensalada completa - con lechuga, tomate, pepino, bonito, maíz, aceite de oliva y limón. 242 kcal
Sopa de verduras troceadas con unos fideos y un huevo cocido picado. 280 kcal
Lenguado - en papillote con juliana de verduras y patata hervida o al horno. 225 kcal
Sándwich integral - con lechuga, tomate y revuelto de espárragos verdes y champiñones. 285 kcal
Tostada integral - con pimiento, cebolla y berenjena al horno, alcaparras y anchoas 215 kcal