Problemas habituales con los guisos
abr
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Por mucho cariño que le pongamos, a veces los guisos no quedan como habíamos previsto. Vamos a ver algunos trucos para solucionar este tipo de "desaguisados"
Demasiada sal, mucha grasa, muy cocido... Son muchos los problemas que nos podemos encontrar en la cocina y que pueden arruinar muchas horas de dedicación y cariño. Pero, al igual que para cada remiendo hay un descosido, en la cocina todo tiene su remedio. Aquí puedes encontrar una recopilación de los mejores trucos para salvar cualquier plato.
- Si tu guiso o tu caldo quedan salados, añade una patata cruda pelada y cortada. déjala cocer unos 15 minutos aproximadamente a fuego lento. Una vez transcurrido ese tiempo, retira la patata, que habrá absorbido el exceso de sal.
- Si se ha pegado un poco vuelca rápidamente la preparación en otro recipiente y no rasques el fondo. Agrega caldo o agua y algún ingrediente que le de sabor como zumo de limón, vino, tomate frito... lo que mejor "case" con ese plato.
- Un guiso demasiado líquido, para espesarlo añade una cucharada de puré de patata en polvo. Esto le dará más consistencia y potenciará su sabor. Puedes poner en práctica el mismo truco si lo que necesita ese punto de espesor es un puré de verduras.
- El caldo está demasiado claro, añade una cebolla picada frita y bien doradita, que puedes retirar justo antes de servir el plato. Así le aportarás más sabor y color.
- Tiene un exceso de grasa, déjalo enfriar en el frigorífico hasta que la grasa se vuelva sólida. Sácalo de la nevera y, con una espátula ve cogiendo y eliminando la grasa solidificada, con cuidado.